Dulce. Dulce. Dulce. A lo largo del libro nos podemos encontrar con referencias a comida, a dulces, pero toda la obra se podría definir con esta palabra.
Por eso son varios los fans que
ha decidido llevarlo a cabo, plasmar en tartas y cup-cake la historia de Anna y
Étienne creada por las manos de la maga de los pequeños momentos: Stephanie
Perkins. ¿Preparad@s?
(Una declaración de amor. Un momento. Un corazón. ¿Podría haber sido un mejor postre para comenzar una relación?)
¿Os atrevéis a hacer una cosa
así? Anna sería algo patosa con los dulces, pero seguro que Étienne logra algo
estupendo para encandilar a la familia de la señorita Oliphant.
Buenas y frías tardes
parisin@s...
Me acaba de dar hambre de comer y de lectura jajajaja
ResponderEliminarEstán geniales ^^
La verdad es que comencé la lectura del libro creyendo que iba a ser malo, pero me noqueó. Sinceramente fue brillante, una de mis mejores leturas en el 2012 :)
ResponderEliminarSi quieren pueden ver la reseña en mi blog (http://imagine-books.blogspot.com.ar/2012/09/resena-anna-y-el-beso-frances.html), besos!
Pero que cosas tan lindas!!! Me encantan. No se si me atrevería, lo de la cocina no es lo mio, pero se podría hacer el intento.
ResponderEliminarLas referencias a los dulces en París que hace Anna en el libro, me hicieron agua la boca, termine con ganas locas de comer macarons. (Que quería también mi propio Étienne no hace falta aclararlo mucho jajaja)